Halo de Luna

Grácil en sus correrías y exigente en su atención, Grissi define día a día la naturaleza de su linaje. Arrogante y esbelto continua su caminar sin tomar en cuenta las llamadas constantes de quienes desean estar a su lado.

Independiente y seguro de si mismo busca el contacto cuando define que es el momento. Se sabe amado por todos y todas, por ello, prodiga su cariño a cuentagotas y solo a quienes entran en el marco de sus elegidos.

Especial para percibir el dolor y la tristeza se transforma en fiel acompañante de quien sufre y su natural indiferencia deja paso a una asombrosa empatía.

Sorprende su fortaleza y resistencia, su voluntad de vivir. Ha pasado por duras pruebas y éstas han dejado huella en él. Y cuando todo ha parecido indicar que no habría vuelta de hoja, ha salido adelante con brios renovados.

Juegos sin fin que día a día le abren puertas a la delicia del descanso matutino bajo el acariciante sol y a las correrías de cazador nocturno que persigue luces y sombras escondidas entre las ramas de los árboles. Y cuando llega el cansancio busca con decisión el rellano mullido, su lugar predilecto a los pies de mi cama, sin que importe la hora de su arribo ni si sus súbditos llevan ya buen tiempo en los brazos de morfeo.

Corre, brinca y salta... se escabulle juguetón de entre mis brazos, cual finos rayos de luna al entrar por mi ventana.