miércoles, enero 17, 2007

Tres instantes eternos


No se por que me haces falta, porque te extraño tanto, si aun y cuando estas en casa es poco el tiempo que pasamos juntos.
No se por qué tu presencia ilumina mis momentos… ¿será porque tu sonrisa hace que se desvanezcan las nubes que ciñen el horizonte?
No se por qué una leve caricia tuya reconforta mi alma, aún y cuando después de ella te escurras de mis brazos como el agua entre las manos.
No se si he ayudado a que el camino esté libre de abrojos, ni si la forma en que he sorteado contigo las tormentas ha sido la mejor.
Solo sé que siempre brotaron poemas cuando la noche era oscura y requerías de un señuelo para no perder la vereda.
Solo sé que sigo tus pasos pidiendo que de lo Alto se derramen bendiciones en cada instante de tu vida.
Solo sé que esta es mi visión triplicada que fructifica en la ternura del Oso, en la soltura del Guerrero, y en la musicalidad del Trovador.
Tres momentos, tres instantes que alcanzan lo eterno.