jueves, junio 30, 2005

Mi Caballero de la triste mirada

El tiempo ha pasado, las hojas de los árboles han emigrado con vientos de cambio. La lluvia ha borrado las huellas de triciclos y columpios que rondaron tus primeros años.
Mi dulce filósofo de pensamiento claro, que buscabas en el cielo aquella estrella del canto mientras tu risa cristalina jugaba entre los árboles en complicidad nocturna con aquel que siempre seguía tus pasos.
Amigo y compañero de paseos, guitarras y cantos. Juntos vibramos dando Gracias a la vida y unimos las voces con la canciòn de Los tres hermanos.
Mil aventuras creamos llevando la mùsica en el alma, compartiendo momentos de gloria y uno que otro descalabro.
Tu retrato es mi espejo que a veces por la afinidad estalla, pero siempre vuelve el balance porque el amor lo llama.
Cada paso de tu existencia ha llevado siempre mi latir acompasado. Y cuando en tu caminar has necesitado un descanso, siempre mis brazos ahì han estado.
Gran Caballero de mirada triste, mil sueños has emprendido porque llevas en tì la gaviota anidada que busca en el cielo horizontes que le lleven a nuevas playas.
Tu corazón es el tesoro que alberga el amor de tus princesas amadas.
Lucha por tus sueños, no olvides que el Caballero sigue siempre adelante con la fé puesta en un mejor mañana, sin importar lo lejana que la estrella pueda estar.



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Desde aquí entre aromas de canela y manzana, hasta allá

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