De pequeña, fue una linda Princesita quien acompañó mis pasos cuando los sueños estaban llenos de duendes y hadas, de libros de colorear y muñecas que nos transportaron a lejanos reinos y nos cobijaron en sus brazos.
Sin que pasara a la historia surgió una Margarita que con tierna sonrisa convirtió las visitas de las doñas, en juegos de calle, en rondas que sin prisa evolucionaron hacia intercambios de sutiles miradas con aquellos guerreros que noche a noche llegaban.
Llega luego la Beba que comparte secretos, que entrelaza sueños, que sin querer rivaliza por aquel primer afecto. Que permanece a pesar de la distancia, sin que el viento la mueva, sin que la obscuridad la embriague.
Como Alicia en el pais de las maravillas, la nueva niña y el Sombrerero Mago recorren senderos a la par de la Doncella que ahora solo tiene ojos para su Príncipe Encantado.
Caen las hojas de los árboles y el tiempo trae una Maruja con castañuelas y encanto que se torna confidente de los Sonidos del Silencio, al igual que de Aquel de la voz que seduce y quien a todos conquista entonando con pasión y dulzura su bello canto.
Chispitas brillantes cayendo en cascada rodean una a una a la Ninfa que surge tras romper el encantamiento después de un largo y entrincado sueño, para dar paso a la Victoria que enfrenta los mismos retos, los mismos anhelos que Aquella que trae a su lado dos hermosos luceros. Juntas construyen castillos, sortean tempestades y con su apoyo certero culminan las metas que en un principio las unieron.
Tras bambalinas, entre ensayos y puestas en escena surgen lazos nuevos que están destinados a compartir risas, enojos, sorpresas y llantos. Es hora de la Eterna Viajera, que extiende su mirada mas alla del horizonte lejano, que vuela y regresa, que fiel permanece a pesar de que el tiempo transcurra sin lograr abatir cariños de antaño. De la Vega por segundo nombre, cual paladín legendario, heroína encantada que sin dudar siempre extiende su capa, que siempre brinda su mano.
Amigas de hoy y siempre, recuerdos que viven, corazones que rítmicamente armonizan en la melodía sin fin del universo.