Tu sonrisa evoca la fuerza de una cascada, que con su fragor envuelve y embriaga.
Tu presencia es arrojo, voluntad y anhelos que nutren mil sueños
Matices de sol refleja en tu cabello, ternuras de antaño que viven en ellos.
Dulce Guerrero de mirada insondable, de porte real y nobleza constante.
Llevaste tu morada a lujares lejanos, abriste tus puertas a otros aldeanos, que hoy son el brazo en quien apoyas tus manos cuando el viento golpea y la lluvia azota los campanarios.
Con decidida entrega, enfrentas los retos y no hay quien doblegue la voluntad de hierro.
Tu nombre resuena como cristales encantados llenando la vida con tu cristalina sonrisa.
Navidad doble fiesta porque siempre estás tu en ella.
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